Comida en la ONU

Mañana lunes, 22 de junio, tenemos comida en la ONU, en nuestra ONU particular. La ONU es el apelativo cariñoso que este curso he puesto a la clase de 1º de Bachillerato B. El apelativo es debido a que se trata de una clase en la que hay chicos y chicas de siete nacionalidades distintas, a saber: un rumano, un colombiano, tres marroquíes (dos chicos y una chica), un egipcio, una boliviana, un ecuatoriano y varios españoles y españolas.  ¡Qué fácil fue en esta clase explicar y entender qué era el multiculturalismo y qué actitudes deberíamos adoptar frente a este hecho!

Un día llegué a clase y me encontré a los componentes de la ONU un poco enfadad@s porque los otros grupos de 1º de Bachillerato se habían ido a la biblioteca municipal a participar en una actividad organizada con motivo del Día del Libro y a ellos/as no les habían propuesto participar.

Cualquiera que haya dado clase sabe que cuando llegas a una clase y los chicos/as están enfadados/as o preocupados/as por algo es imposible dar clase si previamente no dedicas un tiempo a escuchar lo que les pasa. Así que eso hice, les pregunté que por qué estaban así y me explicaron que se sentían discriminados por ser el único grupo al que no le habían propuesto participar en la actividad antes mencionada.

En ese momento, me vino a la cabeza que en las Jornadas culturales de este año (por motivos que no viene al caso explicar aquí) no habíamos celebrado la actividad «Multiculturalismo y Gastronomía» y que podría ser una buena idea celebrar esta actividad al final de curso con los chicos y chicas de la ONU. Me pareció una buena forma de terminar el curso y de quitar el mal sabor de boca que los chicos y chicas tenían por los hechos ocurridos. Pensado y hecho, les hice la propuesta y la aceptaron sin dudarlo y con ilusión.

Así que mañana, lunes 22 de junio, a las 13:30 horas tenemos comida en la ONU. Las notas ya están puestas, es una actividad absolutamente voluntaria, sin presiones, sin contraprestaciones, sin que sea una participación voluntariamente forzosa. No queremos que sea una actividad como medio para… sino como fin en sí misma, en la que participen los/as que quieran y porque quieran con el único objetivo de convivir, divertirnos y enriquecernos gracias a la diversidad cultural, con el único objetivo de saborear una parte de ese intervalo entre nacer y morir que se llama vida.

Chicas y chicos, madres y padres, abuelas y abuelos, esperamos con entusiasmo los platos que estáis preparando; mientras tanto Santy (el profe de Griego), Elena (la profe de ACT) y yo vamos preparando las bebidas, el pan y todas las cuestiones de logística e intendencia. Nos vemos mañana para contaminarnos y enriquecernos.

Un saludo, Montse