¡Por fin libre!

El domingo pasado, al despedirme de mi sobrina Motita antes de irme a Ciudad Real casi me muero de la risa cuando con su natural gracia e ironía me dijce: Ánimo tía Coque, ya te queda poco para que te liberen del estado de semi-esclavitud en el que te tienen y podremos empezar a disfrutar por fin del verano juntas.

¡Qué lista es la guacha, qué inteligencia vital tiene y cómo utiliza el humor y la ironía como instrumentos para evitar la frustración! Siempre le digo que cuando sea mayor quiero ser como ella, entonces ella esboza una sonria y mueve la cabeza como dicendo, ya está mi tía con sus tonterías y sus locuras. Pero yo se lo digo absolutamente en serio, es una niña admirable en muchos sentidos y tengo muchas cosas que aprender de ella. Es decir, que la tontería está en lo de ser mayor pero no en lo de ser como ella.

Bueno, a lo que iba, que me pongo a hablar de mis sobrinos y no paro. El pasado 16 de junio me enteré de que me había tocado ser miembro de un tribunal de oposición y fue para mí un jarro de agua fría por muchas razones que no voy a exponer aquí, entre otras cosas porque creo que además no debo hacerlo. Por ese motivo, he estado casi un mes en Ciudad Real, ha sido un trabajo duro: muchas horas al día (algunos mañana y tarde parando para comer y gracias), en condiciones físicas de un calor extremo, viendo a personas como tú que lo están pasando mal…

Pero, a veces, la vida te sorprende, y cuando no esperas nada, te ofrece tanto que vuelves a sonreír porque:

• Encuentras a tres compañeros excelentes: Andrés, Carlos y JuanMi con los que en unos días te sientes tan a gusto que empiezas a convivir y no sólo a sobrevivir. GRACIAS chicos, ya sabéis que encontrarme con vosotros ha sido un paso más en La conquista de la felicidad en la que todos andamos.
• Encuentras a otros compañeros y compañeras, con los que, además, compartes hotel, risas, complicidad … y te sientes como en casa: Pedro, David, Paca, Gracia y Enrique. ¡La piscina y las cenas salvaron el mes!
• Encuentras a opositores y opositoras que te contagian su ilusión, sus ganas, su entusiasmo, su preparación y renacen en ti las ganas de volver a estudiar y volver a ilusionarte. Gracias a todos, os deseo lo mejor, lástima que no haya plazas para todos. Aquéllos que consigáis la plaza disfrutad de ello y con ello y a los que no, no desfallezcáis, seguid intentándolo, si es vuestro sueño y trabajáis por él tarde o temprano lo conseguiréis.

GRACIAS a todos, para vosotros va esta canción:

Un abrazo, Montse